Estuvimos conversando sobre el muelle el dia 14 de Febrero de 2014. la luna llena se reflejaba en el agua esa noche, las luces de la ciudad iluminaban el camino costero. Quizás fue el lugar, quizas era la competencia, pero cuando se sento a mi lado me pareció hermosa. Tome valor y pregunté: “¿Te puedo robar un abrazo?” ella me robo un beso luego de poder sentir su piel en ese abrazo y dejar descansar su cabeza sobre mi hombro. Luego nos miramos fijo unos segundos.
Es muy atractiva, me encanta su voz, su tono, su sinceridad, sencilles, sus pecas, sus dientes… si, sus dientes. Me fije en eso. Son pequeños y perfectamente distribuidos en una sonrisa grata, que tiene el poder de reflejarse en mi boca cada vez que aparece, provocando que le robe un beso. Sus ojos son oscuros, de un color profundo y con mirada tierna.
Esa noche nos quedamos abrazados, disfrutando los besos mas tiernos y sabrosos.
Caminamos tomados de la mano y nos abrazabamos cada algunos metros. Fue una noche maravillosa.
Nos subimos a su carro y el resto solo nosotros lo recordamos.
Recuerdo sus besos, sus abrazos, su respiracion, su piel suave. Multiples besos con un sabor indescriptible, masajes que se transformaron en abrazos. Sensaciones que hacen que el momento sea indescriptible.Ambos disfrutamos de ese momento. Pero su corazon fue el chocolate con almendras para esa noche, nuestra noche.
La mañana siguiente, antes de abrir los ojos, sentí un intenso aroma que había invadido la habitación… el aroma de su piel invadio la habitacion y me hizo recordar esa noche, esa inolvidable noche.
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