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jueves, 9 de mayo de 2013

Bodegas Lopez - Montchenot

Ayer arranco la jornada de cata de este año, la anterior fue de Bodegas Zuccardi, y esta vez fue el turno de Bodegas Lopez con el clásico Montchenot.
Al llegar al Gato Dumas, fue muy lindo reencontrarse con personas que hace mucho que no veía o que mantenía charlas  por guasap desde que terminamos de estudiar. Entramos en las aulas destinadas y organizadas para la cata y seguíamos esperando a los demás integrantes del evento mientras charlábamos entre todos.
Nos sentamos y el Sommelier de la bodega, nos contó un poco de la historia de la familia Lopez, que dicho sea de paso tiene productos que me gustan mucho. Tal vez por aquella última novia que me los hizo probar cuando pasamos un finde juntos en un hotel junto al lago llamado Aguas del Monte Hotel y Spa de la Laguna. Hasta recordé esos días durante la cata y de golpe me vinieron esos inmensos y hermosos momentos.
Volviendo a la cata, los productos que probamos en esta ocasión fueron Montchenot de cosecha 2002, 1997 y 1990. Luego de la explicación de como se obtienen cada uno (en realidad es el mismo producto con mas años de guarda en bodega y botella)  llenamos las copas de cata con el liquido proveniente de la vid decantado 2hs antes para darle oxigeno al vino, ya que como tienen mucho tiempo de guarda, al tener contacto con el aire hacen que estos se abran.

 Una vez que las copas ya estaban con la medida justa y luego de seguir escuchando atentamente al sommelier, arrancamos formalmente la degustación de estos tres productos.
La primera sensación que tuve, ademas de recordar a mi ex-novia y ese fin de semana, fue la del color atejado. No me inspiraba mucho ese color y pensaba para mis adentros que iba a ser un producto bastante mediocre, con demasiada evolución  perdida de aromas y paladar.
Pero esa sensación cambio al sentir el aroma de las tres muestras. Una mezcla de caramelo, frutas maduras, higos tal vez, era un patrón que se repetía en las tres copas. Volviendo al color que tanto me llamo la atención  luego de que nos contaron a que se debía  me propuse tarea para casa e investigar un poco mas sobre eso.
 El patrón aromático en ambos era casi el mismo. En el primer sorbo se confirmaba lo que sintió mi nariz, agregándole tomos amaderados muy suaves que se perdían a medida que van pasando los años. También a medida que pasabamos de muestra en muestra, se podía sentir como había evolucionado el vino en bodega y en la botella. Efectivamente la evolución estaba muy controlada y el producto final fue de lo mejor. Personalmente no note una diferencia entre el vino la cosecha 2002 y 1990. El que mas me resalto y me emociono como aquel finde que compartí, fue la cosecha 1997. Me hizo acordar a la famosa campana de Gauss que había visto en la facultad cuando estudiaba Ingeniería.
Seguramente fue porque lo note mas fresco, mas largo de boca, mas redondo y agradable. Todas, y repito TODAS las muestras, eran redondas a mi boca. La acidez se iba acentuando muy sutilmente y el final de boca era una sensación maravillosa, como aquel primer beso o el último momento vivido junto a esa persona especial. O cuando termine de correr mi primer Ironman.
Para finalizar el evento degustativo, nos acercaron panes saborizados, un vino espeso para mojar el pan, quesos y frutos secos.
Conclusión y Agradecimientos:
Los tres productos impecables. Van desde los $110 a los $450 aproximadamente. Personalmente me gusto la cosecha 1997, tenia un tinte que me hizo recordar a jerez muy particular. Siguen con la tradición de la familiar de hace mas de 50 años en hacer los mismos productos, lo que les aporta identidad. No quiero dejar de agradecer también al Gato Dumas Colegio de Cocineros y a Ray por la invitación que nos acerco a todos. También fue muy grato volver a encontrarme con personas, perdón, AMIGOS, que no veía hace meses.

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